Las Ginetas de Ibiza habían sido consideradas hasta ahora como G. g. balearica. El estudio de 50 cráneos y 38 pieles (Cuadro 1) permite, sin embargo, caracterizarlas como una nueva subespecie, Genetta genetta isabelae n. ssp., debido fundamentalmente a su pequeño tamaño. Se consideran caracteres con valor diagnóstico LCB (longitud cóndilo-basal) ≤85 mm. LM (longitud de la mandíbula) ≤60 mm. LPm⁴ (longitud de la carnicera superior) ≤8mm. M² (segundo molar superior) muy reducido. Las manchas del pelaje son negras o marrones oscuras con abundantes pelos de color rojizo leonado. El dimorfismo sexual es poco marcado (Fig. 3). Las medidas de G. g. isabelae (Cuadros 2 y 3) difieren significativamente de las restantes poblaciones del oeste de Europa y norte de África. Estas muestran por su parte una variación clinal de tamaño, desde Francia, donde son más pequeñas, al norte de África donde son más mayores, a través de la Península Ibérica y Mallorca (Cuadros 4 y 5; Fig. 4, 5, 6 y 7). Las Ginetas fueron muy perseguidas en Ibiza, pero aún son comunes en gran parte de la isla, frecuentando los pinares de Pinus halepensis. Su dieta está basada en los micromamíferos, pero incluye hasta un 30% de reptiles, con lo cual es la población paleártica más herpetófaga entre las conocidas. De acuerdo con los escasos datos de que disponemos se reproducen generalmente en primavera y con menos frecuencia en otoño, siendo el tamaño habitual de camada 2. Las ginetas han debido ser introducidas en Ibiza desde la Península Ibérica o desde África. En este sentido, llama poderosamente la atención su similitud con G. (g). senegalensis y G. g. granti. La reducción del tamaño de isabelae está ligada sin duda al carácter insular de su área de distribución, y probablemente a la escasez de carnívoros salvajes en la isla (sólo otra especie, Martes fuina) y a la dieta herperófaga.
Although it is well established that many insects, birds and mammals serve as important pollinators and seed dispersers of flowering plants, the role of lizards in these processes has traditionally been considered as rare and less important. However, recent work shows both that their role as mutualistic agents has been underestimated and also reveals a striking pattern – that pollination and seed dispersal by lizards is most common on islands. We argue that this island phenomenon occurs because island lizards reach very high densities (density compensation) and experience a lower predation risk than do those on the mainland and, consequently, can expand their diet to include nectar, pollen and fruit. Although further empirical evidence is needed to confirm this explanation, such relationships could be ideal systems with which to study fundamental ecological problems, such as niche shifts, ecological release and competition. Jens M. Olesen a...
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